Creemos que sabemos donde vive Dios. Creemos que sabemos lo que le gusta y estamos seguros de conocer lo que le gusta. Hemos estudiado tanto la palabra de Dios y sus viejas cartas a la iglesia, que algunos de nosotros pretendemos saber todo acerca de Dios. Pero ahora personas como usted y como yo en el mundo entero comenzamos a escuchar una voz que nos habla persistentemente, una penetrante repetición en la quietud de la noche: Yo no te pregunto cuanto sabes de mi, quiero preguntarte: ¿Me conoces realmente ?, ¿De veras me deseas?. ¿Quién soy yo para ti?. David atrapó el corazón de Dios cuando le dijo: Dios, tú eres mi Dios. Te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti, todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta. Podemos atrapar el corazón de Dios cuando no pretendemos saber todo de Él, sino cuando nos rendimos a sus pies y pasamos tiempo con El... ¿Estás dispuesto?
En la intimidad, donde sólo tú y Dios comparten tiempo juntos, es donde tu alma se sacia y puedes sentir su cercanía. ¡Ten tu tiempo a solas, ten tu tiempo de comunión, atrapa el corazón de Dios!
Pastor Felipe Arias